Comenzamos un nuevo curso en "La redacción con los blogs". La gran mayoría de las nuevas entradas están pensadas para personas con un nivel consolidado de expresión escrita e hipertextual. Hemos de ir superándonos poco a poco, somos tiempo, evolución, transformación, novedad y viento. Bienvenidos a la nueva temporada 2010/2011


La redacción con los blogs encierra un plan de redacción. ¿Por qué con los blogs? ¿Y por qué no? Los blogs representan “internet sin esfuerzo”, internet al alcance de todos.
Y esa gran facilidad de manejo es la que me ha llevado a desarrollar este plan de redacción con los blogs. Los principales contenidos del área de lengua y las características esenciales de los blogs se asocian en este plan de redacción. El contenido y la herramienta. La palabra y su medio de difusión. En el pasado escribir y leer era cosa de papel y bolígrafo. Luego fue cosa de ordenador y procesador de textos. Ahora la alfabetización consiste en manejar, adecuadamente, las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).

sábado, 27 de febrero de 2010

No es así aunque muy bien podría ser que lo fuese

No es así, dicen. Es inútil querer ser creativo con tus hijos. Ellos ya se saben la historia y por más que tú intentas generar nuevas espectativas, indagar nuevas posibilidades, retocar situaciones, cambiar finales, incluir personajes, mezclar argumentos, al final acabas contando la historia como siempre fue. Es el placer estético de quien contempla un paisaje de ensueño. Es la seguridad de que todo está en orden, la tranquilidad de que uno pisa terreno conocido. Así son a veces nuestros hijos. 

Y sin embargo, la tierra gira. Mi propuesta es que todo puede moverse y que tú puedes conseguir con un poco de ánimo lúdico escribir la historia de "Caperucita verde y los siete cerditos" (Caperucita en Manhattan creo que ya la escribió Martín Gaite). Te indico algunos títulos: Barbanegra y con botas. La princesa de los macarrones. El gasto de las botas. 

Te dejo un enlace a páginas de narraciones populares por si todavía no se te ha ocurrido nada. ¿Conseguirás que sí sea así?




10 comentarios:

  1. Primero, cuéntame los cuentos, porfi.Algunos de los cuentos que citas, se me olvidaron. Otros, ni los conocí (v.g.: el de los macarrones). Después ya me pongo a inventar.

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  2. Hay niños que te piden el mismo cuento una y otra vez. La cuestión no es el cuento en sí, que más da que el cuento ya lo sepan. Lo que importa es como se explica ese cuento, como la persona que lo narra lo vive y lo disfruta a su vez.

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  3. La guarida del lobo:

    Disponíase Caperucita a acompañar a Cordero, a un bailongo organizado en "La guarida del Lobo". La consigna era una rosa colocada en lugar estratégico, para de esta manera reconocerse.
    La Caperuza vistió una minifalda roja, combinada con blusa de escote pronunciado, calzóse las medias de seda sujetas al muslo por ligas negras, y allí coloco la rosa roja. Llegando al lugar la recibió Don Lobo, organizador del evento y hombre muy baboso, pero no encontró a Cordero. Don Lobo la acompañaba cautivado por las ligas.
    Cordero apareció más tarde, justo en medio de la orgía, convidando a Caperuza a bailar unos boleros. Y en medio del gran tumulto, en plena danza pagana, se encontraba Caperuza al Cordero abrazada. En eso sintió jadeos, algunos sonidos raros, se pregunto Caperuza, ¿estará muy excitado? o quizás sea el elixir que de aquel cubo tomaron?
    Lo cierto es que Cordero, en noches de luna llena se convertía en Don lobo, y aprovechando el vaivén producido por la danza, quiso probar el cuello de la joven dama. Pero la Caperuza asustada tomo una escoba prestada, y luego de varios coscorrones Don Lobo volvió a ser Cordero.


    Este versión de caperucita y el lobo la escribí hace algún tiempo para otra consigna, lo tengo publicado en http://descubriendomagiaenlaspalabras.blogspot.com/2009/08/sabados-literarios_15.html

    Saludos.

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  4. Caperucito Negro!

    Un día estaba caperucito, con su gorra negra, por su casa sin hacer nada. Su madre lo llamó y le dijo: "Caperucito, vete a la oficina de tu padre y llevale el desayuno que se lo ha olbidado esta mañana, por el camino ten cuidado con los carteristas"

    Y caperucito muy contento sale de su casa con el desayuno de su padre. Por el camino en un paso de zebra se encuentra con un hombre, muy sospechoso, que le dice: "Perdona bonito, ¿hacía donde vas?" Caperucito sin pensar contesta: "A las oficinas del centro". El hombre con gran amabilidad le dice: "si coges la linia 3 del metro llegarás antes que si vas en bus". Caperucito cae en la trampa y va a coger el metro. Cuando llega a las oficinas de su padre encuentra todo destrozado... y en la mesa del despacho esta alguien sentado de espaldas, él dice:
    -¿Papá?
    -¡Si hijo!- dice el hombre de la silla.
    -Que voz más canviada que tienes...
    -Es por culpa del estrés.
    Caperucito no se lo cree, escucha un ruido dentro del armario, lo abre y allí esta su padre que sale corriendo a coger al hombre.
    Caperucito se da cuenta de que el hombre era el mismo de antes, llaman a la polícia local y lo detienen.

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  5. Júlia Alonso

    Caperucita verde y los siete cerditos

    Había una vez una niña de ojos verdes y pelo castaño. Vivía en medio de un frondoso bosque, con su abuela, desde que sus padres fallecieron de hambre, pues eran tiempos difíciles. Caperucita verde, así era como la llamaba su abuela, ya que ésta llevaba sin ganas una horrible capa verde que le había hecho.
    La abuela mandó a Caperucita a ir en busca de comida, caperucita obedeció y fue al bosque, allí encontró al lobo
    -¿Dónde vas dulce niña? - preguntó el lobo con voz ronca.
    -Estoy buscando algo para comer.- contestó Caperucita asustada.
    -¡Que casualidad! Yo también estoy buscando comida. Son tiempos difíciles. – las grandes pezuñas indicaron a Caperucita el camino a seguir.
    Caperucita aterrorizada por la altura del lobo, sus afilados dientes y grandes orejas, obedeció, y caminó detrás de él, pensando en la manera de escapar. De repente el lobo se giró y abriendo mucho la boca dijo:
    -¡Mira! Aquí está lleno de fresas, moras y otros deliciosos frutos.
    -Señor lobo, no lo entiendo. Los lobos coméis carne, y a menudo atacáis inofensivas niñas como yo.
    -Estás muy equivocada, esto solo son leyendas. Los lobos ya hace mucho tiempo que no comemos carne. Somos, como se dice, mm, vegetarianos. Pero tranquila estoy acostumbrado a que los demás animales y humanos huyan de mí.– confesó con lágrimas en los ojos.
    -Lo siento mucho señor lobo. ¿Me perdona?
    -Pues claro que sí. Y ahora no te entretengas, coge los frutos y vete a casa que ya debes tener ganas de estar con tu familia.
    -La verdad es que no, mi abuela no es buena conmigo, nunca quiere jugar, me obliga a limpiar toda la casa y me hace ir a por comida sin nada de dinero.

    -¡Caperucita!, se puede saber que es esto!, quieres que me come estos frutos, esta mierda?! – gritó duramente la abuela a caperucita.
    -Abuelita, esto es lo único que he encontrado.

    Caperucita estaba triste, pues no hacía más que barrer, quitar el polvo, aguantar broncas y buscar comida. Todas las tardes las pasaba llorando en un inmenso campo lleno de flores, lejos de casa. Una tarde se durmió, al despertar ya era de negra noche, sin luna ni estrellas. Caperucita corrió y corrió, huyendo de extrañas siluetas que se dibujaban en los árboles. Acabó perdida. Asustada empezó a llorar, hasta que vio una luz, a lo lejos, parecía una casa. Tímidamente se acercó a la luz. Una, dos, tres, cuatro… ¡ Y hasta siete cabañas!. Cuando el sol se dejó ver, salieron de cada una de las cabañas siete cerditos, todos muy diferentes, uno, el más mayor se acercó a Caperucita y le preguntó que quien era y que hacia allí.
    -Soy caperucita, me he perdido señor cerdo, pero la verdad es que tampoco quiero encontrar mi hogar.
    - Aquí tienes un sitio, si te apetece- respondió con una sospechosa sonrisa el cerdo.
    La niña aceptó. Allí estaba bien, ayudaba en las tareas de la casa y le daban mucha comida.
    -Come, niña come ya verás que grande y rechoncheta te harás.- le decían los cerdos.
    Pero Caperucita cada vez se cansaba más barriendo, a causa de su aumento de peso, por eso le obligaron a estar todo el día tumbada en la cama, solo comía y dormía.

    Caperucita estaba durmiendo cuando unas manos enormes y peludas le taparon la boca y se la llevaron fuera de la cabaña.
    Y el lobo empezó a soplar y a soplar, hasta que derribó las siete cabañas.
    -Señor lobo, pensaba que usted era bueno, ¿Por qué lo ha hecho? Eran mis amigos, eran buenos.- dijo Caperucita asustada y sorprendida.
    -No, Caperucita, ¿que no lo ves?, te estaban engordando para comerte luego. Pobre niñita inocente…

    Caperucita y el lobo se fueron juntos, muy, muy lejos, y fueron felices y comieron deliciosos frutos del bosque.

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  6. Albert Orero

    El cerdito feo

    Un día, la cerda de la granja parió ocho cerditos muy pequeños, pero entre ellos destacaba uno que era más grande que los demás y muy flaco. El granjero se moría de verguenza de que no le salieran los ocho cerditos pequeñitos y gordinflones y se quiso vender el cerdo diferente del resto pero nadie le compraba porque era muy feo y no tendrían beneficios con él. Al final lo abandonó y el cerdito se tuvo que espavilar para sobrevivir.
    Se fue a todas las granjas más cercanas que había para que lo acogieran pero nadie lo quería. Una mañana descubrió que al ir creciendo le había crecido la cola peluda y todo su cuerpo estaba cubierto por una gran melena. No se rindió y siguió buscando a alguien para que lo cuidara y encontró un pastor que se fijó en él y le dijo que él lo cuidaría. Al principio pensó que se burlaba de él, pero al final lo convenció con unas palabras del pastor que le sorprendieron. Esas palabras fueron nada más que: Tú no eres un cerdo, eres un perro, y has nacido para guiar mi ramado de ovejas.
    Al final creció como el resto de los perros y fue una gran ayuda para el pastor.

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  7. Espero poder ahora enviar el enlace a mi propuesta para "Caperucita verde y los siete cerditos":
    http://loinvisible.wordpress.com/borradores/caperucita-verde-y-los-siete-cerditos/

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  8. El bello y la BÉSTIA

    Todo comenzó en un gran baile que se celebraba el Palau Sant Jordi. Un hombre esbelto,con buena forma, caballeroso y siempre bién vestido se preparaba para ese gran baile. Aquel mozo estaba buscando pareja para aquel baile, aunque aún quedaba una semana para tal evento.
    Él tuvo muchas citas con hermosas mujeres, pero ninguna le convencía del todo para que sea su acompañante, él queria encontrar alguien que de verdad le llenara, que le haga reir sin más...
    Los dias fueron pasando, y tes dias antes del gran baile se fué solo a una discoteca de cuarta en la que bebió un poco (por no decir bastante). Después de llevar unos cuatro cubatas encima se levantó de la mesa y empezó a bailar, entonces se topó con "una cosa" cuando vió aquella cosa no sabia si era una persona, porque la verdad no tenia forma de persona, el "bello" y la "béstia" aquella se calleron al suelo uno encima del otro. El bello se empezó a reir seguramente por el aspecto que de aquella mujer o béstia que tenia encima, se leantaron y el bello la invitó a bailar a la béstia, ella tímida y avergonzada salió corriendo y se fué para su casa o guarida.
    Al dia siguiente el bello, después de la resaca salió a dar una vuelta donde por casualidad encontró a la béstia, corrió tras ella y ella huyó, el bello la atrapó a causa de el mal estado fisico de la bestia, la paró y le pidió disculpas por la noche anterior, por como se habia comportado, pero que lo único que pretendia era bailar con ella, la bestia tímida no dijo nada, el bello la invitó a dar una vuelta y estubieron toda la tarde hablando.
    Esa misma noche el bello empezó a pensar en el baile, tenía que elegir a alguna mujer para la gran ocasíon y así analizó lo que sentia, en esta última semana habia estado con muchas mujeres preciosas, pero la única que le llegó adentro fue la fea y peluda, aunque mujer, la béstia. Ya solo quedaba un día y tenia que convencer a la béstia para que acudiera a aquel fabuloso baile.
    En el último día el bello buscó por toda barcelona a la béstia pero no la encontraba, a 3 escasas horas para el gran baile dió con ella, le pidió de rodillas si queria ir al baile de su mano esta noche, a béstia empezó a hacer unos ruidos muy extraños y asentando con la cabeza, fueron al baile, se lo pasaron mejor que nunca, y al año siguiente tubieron tres horrorosos monstruitos. Y colorín colorado esta redacción se ha acabado.

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  9. haber cuando cuelgas una propuesta nueva que ya toca eeh?? jajaja hasta ahora!

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