Eso es lo que nos cuenta Italo Calvino cuando habla de su experiencia de escritor:
"Cuando, al escribir, debo introducir un personaje nuevo y tengo ya clarísimo cómo será ese personaje, a veces me pongo a buscar más de media hora y hasta que no he encontrado un nombre, el único nombre de ese personaje, no puedo seguir adelante."
Y luego añade sobre nuestros nombres como personas corrientes de nuestro anodino mundo: "En la realidad siempre se encuentra una sutil , intangible y, a veces, contradictoria relación entre el nombre y la persona, de manera que uno siempre es lo que es más el nombre que lleva, nombre que sin él no significaría nada pero que ligado a él adquiere un significado especial y es esa relación la que el escritor ha de conseguir suscitar en sus personajes."
Es el caso de personas como Emilio Botín destino o casualidad que sea el presidente de tan importante entidad bancaria como el Santander. O el caso del, en su día responsable de la Guardia Civil, el señor Roldan, cuyas letras recolocadas dan la palabra ladrón. O nuestro querido ministro de economía, Pedro Solbes. Uno piensa en seguida, Pedro nos "resolbes" la crisis o nos la comemos así, enterita. No es un gran equipo de fútbol pero el Logroñes lleva el gol en su nombre. Basta con leerlo al reves, señorgoL. La localidad que más lotería vende en toda España se llama Sort (suerte). No puede ser casual. O debe ser casual.
La propuesta que voy a hacerte consiste en una descripción. Piensas en un personaje, lo describes, nos hacemos una idea de sus rasgos físicos y morales, comprendemos su comportamiento, nos integramos con él. Al final nos das su nombre y comprendemos que ese nombre es suyo desde siempre. Personal e intransferible. Suyo, de él, vamos.
El personaje del que quiero hablaros es un enigma para mí. Apenas conozco algunos rasgos diferenciales de su comportamiento y de su carácter. Se muestra siempre comedido en sus manifestaciones y pocas veces se ha enfadado con nadie. Normalmente intenta que los que le rodean tengan una convivencia armónica. Evita por sistema los temas escabrosos y que puedan molestar a sus amigos. Mantiene un buen humor natural que no cae nunca en lo chabacano. Viste cómodo y sencillo. Sus tonos preferidos son los apagados y bien combinados. Cada vez que trasnochamos es el primero en recordarnos los peligros del alcohol y la conducción. No sube nunca al coche de alguien que haya bebido ni siquiera una cerveza. Es así, ordenado y metódico. El otro día les comentó a mis hermanos que hasta que no encuentre un buen trabajo no piensa mirar a ninguna chica. Quiere evitar a toda costa que una mujer altere su minucioso plan de vida ya trazado. Se llama Prudencio. Cuando lo bautizaron lo marcaron para siempre.
despedidas soltero madridenergias renovablesInterdin Brokerpeelingrestaurante eroticoseguros de saludtarotterapia de pareja valencia videntesvidentes de verdad
Interesantísimas esas reflexiones que haces acerca de la relación del nombre con la persona que lo lleva. También, a veces, pueden dar mucho juego los apellidos, aunque es más difícil.
ResponderEliminarY la actividad me parece muy asequible. Saludos.
Me gusta esta idea. Hay quien dice que venimos al mundo a ocupar un nombre... No sé. En cualquier caso, hay nombres que nos resultan entrañables y otros odiosos por las personas que los han llevado, sobre todo cuando las hemos conocido o nos han sido próximas. Y sí, hay personajes que ya no podríamos imaginarlos con un nombre distinto. Muy interesante tu blog.
ResponderEliminarY alguien que se llama Ramón Español y es del Barça? Maldición divina, burla del destino? En fin, que el tal Ramón existe y es conocido de mua.
ResponderEliminarUn saludo y muy buen blog
Pásate por mi blog y me dices que tal... ¡hasta mañana!
ResponderEliminarhttp://mmasfa.wordpress.com/